La sed de autenticidad y de comunidad en una sociedad a menudo individualista es una puerta abierta para mostrar el amor de Cristo de forma práctica.

Un cristianismo vibrante, diverso, joven en muchos lugares, y extendiéndose por todo el mundo.

Este informe es, en definitiva, una invitación a abrir los ojos, a ensanchar el corazón y a renovar nuestro compromiso con esa Gran Comisión que Jesús nos dejó.

La misión de alcanzar a todos los pueblos con el evangelio permanece inalterada, pero los caminos para cumplirla están en constante evolución.

Somos seres relacionales, y para anunciar las Buenas Nuevas y dar testimonio de Jesús, es necesario relacionarnos con otras personas.

El trabajo misionero eficaz depende de una colaboración sólida entre misioneros, miembros de la iglesia local y recursos financieros.

La movilización misionera sigue siendo una pieza clave para cumplir la Gran Comisión y difundir el mensaje del Evangelio

Vivir inmersos en diversas realidades nos desafía a salir de la "burbuja" cristiana y compartir el Evangelio con un mundo necesitado