SABIDURÍA A NUESTRO ALCANCE, parte 5

La sabiduría nos adorna si vivimos sabiamente dice Salomón, por otro lado, cuando saber solo sirve para jactarse, eso no es sabiduría sino vano conocimiento. Cuantas personas he

conocido a lo largo de mi vida encantadas de disputar por medio de su conocimiento. Personalmente Dios me ha corregido en más de una ocasión por querer imponer mis criterios, creo además que, aunque trato de evitarlo, tal vez en su gracia, tenga que volver a corregirme el Señor. Será bueno para mí.

Salmo 119:67

Siempre hablamos de la sabiduría que desciende de lo alto. Recuerda que también hay sabiduría terrenal y diabólica.

Proverbios 2. 1 - 4.“Hijo mío, presta atención a lo que digo y atesora mis mandatos. Afina tus oídos a la sabiduría y concéntrate en el entendimiento. Clama por inteligencia y pide entendimiento. Búscalos como si fueran plata, como si fueran tesoros escondidos.”

‬Hijo mío, el buen padre enseña a su hijo, no para disputar. Dios nos ha mostrado el amor e interés que tiene por cada hijo e hija suyos, su deseo es que nos beneficiemos al vivir como miembros de su familia. La mayor muestra de este amor la

vemos en la cruz. Atender, atesorar, afinar el oído, concentrarse, clamar, pedir y buscar para atesorar inteligencia, sabiduría y entendimiento como TESOROS.

Jesús dijo: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que, si su hijo le pide pan, le dará una piedra?”

Desde pequeños sentimos la necesidad de trasmitir lo que hemos aprendido a otros. Un niño pequeño pretende hacer cosas para las que no está capacitado por su edad, pero quiere probar y demostrar a quienes le rodean que es capaz, es solo una muestra de este deseo. El menosprecio que una persona puede experimentar cuando no se valoran sus aportaciones le puede generar animadversión hacia quienes le menosprecian. Durante cuarenta años he experimentado esta labor del Espíritu en mi vida, mostrándome primero mi torpeza e insensibilidad, llevándome a circunstancias que me convenían, pero en muchas ocasiones no entendía, torpemente he avanzo hasta llegar al final. Ahora veo y entiendo un poco más, pero lo suficiente para saber que sé muy poco.

TESOROS: Implantados en el corazón, son aquellos que Dios me ha revelado e impactaron mi alma, no aquellos que quedaron en mi mente sin poder para llegar a mi corazón. Tesoros del corazón, de donde luego saldrá verdad, aciertos y consejos útiles. No insultos, calumnias y pecados. ¿Qué pasa cuando todo lo que escuchamos son banalidades, tonterías y chismes de ignorantes? ¿Qué saldrá del corazón? Comprender y experimentar lo que es digno y honroso, moverse con inclinación al conocimiento de Dios. Pensar alineado con el conocimiento inagotable de Dios.

Pensar así invita y atrae la bendición a nuestras vidas. Porque esa sabiduría, es discernimiento espiritual y nos es dada cuando queremos utilizarla para alcanzar sus planes.

Proverbios 2.5.“Entonces comprenderás lo que significa temer al Señor y obtendrás conocimiento de Dios.”

Actuar bajo las prioridades que establece Dios en su Palabra, nos lleva a comprender el significado del temor y reverencia al Señor. ¿Por qué nos conviene considerar su consejo? La respuesta la comprendemos cuando recibimos discernimiento espiritual. Es cuando cuadran sus consejos nuestros pensamientos, les encontramos sentido y lógica, pero no antes. El Señor quiere aumentar nuestro conocimiento. El enemigo, al contrario, trae confusión y duda. Conozco padres que confunden a sus hijos con una “sabiduría” terrenal, que siembran dudas en sus hijos por no ser consecuentes con el testimonio ante ellos, soy uno de esos padres que confían en que el Señor con su misericordia supla mis carencias y errores en la vida de mis hijos.

Cuando nuestro estilo de vida no concuerda con nuestras palabras esto trae confusión a las personas sobre las que tenemos autoridad o sobre quienes valoran y consideran

nuestras palabras. Pero a medida que maduramos espiritualmente, aumentamos nuestra capacidad de comprensión, entonces podemos ser más útiles en los planes de Dios y para todas esas personas.

El diablo tratará de crear en nosotros una sensación de fracaso irremediable, pero Dios nos dice: tienes nuevas oportunidades, se sabio y redime el tiempo que vives. En ocasiones esto lo he descubierto cuando ha pasado la oportunidad y lo lamento, pero esa lección, me sirvió porque me hizo comprender y crecer.

Recuerda que a un corazón enseñable y humilde traerá Dios crecimiento.