El Futuro ya está Aquí: Un Vistazo al Cristianismo que Viene
- Elias Henrique Cardoso
- 23 may
- 2 Min. de lectura
En nuestro último encuentro, empezamos a hojear juntos ese informe tan interesante sobre la Gran Comisión. Hoy, quiero que sigamos esa charla, pero mirando un poquito más allá, hacia el futuro. ¿Cómo será la Iglesia, nuestra fe, de aquí al 2050? A veces, el futuro suena a mucha tecnología y cosas raras, pero en realidad, muchas de las semillas de ese mañana ya están creciendo hoy.
Una de las cosas que más me impactó del informe es cómo está cambiando el "mapa" del cristianismo. Recuerdo cuando era más joven, y quizás vosotros también, que pensábamos en Europa o América del Norte como los "centros" del cristianismo. Pues bien, el informe habla de un "cristianismo policéntrico". Suena complicado, pero es sencillo: el corazón de la fe late con fuerza en muchísimos lugares. Se calcula que para 2050, la mayoría de los cristianos del mundo vivirán en África y América Latina. Se espera que solo en África haya cerca de 1.300 millones de hermanos en la fe.
Y Asia, un continente con culturas milenarias, donde a veces el Evangelio ha tenido que abrirse paso con mucha dificultad. Pues bien, el crecimiento allí también es una realidad que nos llena de esperanza. Países como China o India, con sus desafíos, están viendo cómo la fe en Jesús echa raíces profundas. Esto me hace pensar en lo universal que es el mensaje de Jesús. No entiende de fronteras ni de culturas, simplemente toca el corazón humano allí donde está.
Claro, esto también nos plantea preguntas sobre cómo vivimos nuestra fe aquí, en Europa. El informe nos cuenta que por aquí la población tiende a envejecer, mientras que en el Sur Global el 90% de los jóvenes del mundo viven allí. Esto es un llamado a la reflexión. ¿Cómo vamos a transmitir la fe a las nuevas generaciones en nuestro contexto? ¿Cómo podemos aprender de la vitalidad y el empuje de nuestros hermanos de otros continentes? Quizás necesitamos una buena dosis de humildad y estar dispuestos a que nos enseñen, ¿verdad?
Aunque en algunos lugares parezca que la fe se apaga, en otros está ardiendo con una fuerza increíble. Y esto no es para que nos desanimemos los que estamos aquí, sino para que nos contagiemos de esa esperanza global. Somos parte de una familia inmensa, y el futuro que Dios está preparando es mucho más grande y emocionante de lo que a veces imaginamos desde nuestra pequeña parcela.

En la próxima charla, seguiremos explorando otros aspectos de este futuro que ya está llamando a nuestra puerta. Pero por ahora, quedémonos con esta imagen: un cristianismo vibrante, diverso, joven en muchos lugares, y extendiéndose por todo el mundo. ¡Y nosotros somos parte de ello!
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